Medium Sin Cartas sensitiva Luz Villanueva tu Vidente sin gabinete fiable

¿Qué es una vidente sin cartas?

¿Te encuentras en un momento de tu vida un tanto complicado? No pasa nada. Todos, tarde o temprano, podemos sentirnos superados por alguna situación o circunstancia que estemos viviendo. Y, para estos momentos, nada mejor que pedir ayuda, pero pedir ayuda de verdad. ¿Esto qué quiere decir? Pues que es recomendable acudir a personas que realmente puedan brindarte las respuestas que necesitas, personas como yo, que he nacido con el don natural de la videncia. 

Me presento: soy Luz Villanueva, una mujer española que nació con el don de la videncia. Vengo de una familia de videntes y, por tanto, he crecido en un ambiente lleno de esoterismo y artes ocultas. Gracias a mi experiencia y a mi sensibilidad natural, podré brindarte la ayuda que necesitas para resolver las dudas que te pueden estar perturbando. 

Soy muy consciente de que, a lo largo de nuestra vida, hay momentos difíciles de sobrellevar. Por eso, pongo mi don al alcance de ti y todo aquel que lo necesite, porque creo que tengo una obligación con el mundo. Mi don me permite conocer lo que nos depara el futuro y, así, ayudarte a que puedas construir un presente mucho más estable y positivo. En caso de que quieras ayuda, ayuda de verdad, contacta conmigo. Soy Luz Villanueva y estoy aquí para echarte una mano. 

Vidente sin Cartas Fiable

Soy una vidente que no necesita el uso de cartas del Tarot ni otras mancias. El motivo es que mi don es tan poderoso que no necesito nada más que conectar con mi interior. Por ello, en mis sesiones muy pocas veces emplearé las cartas, a no ser que tú me lo pidas. Lo más habitual es que, solamente con tu voz y tu energía, pueda concentrarme en ti y comprender lo que el mundo te tiene preparado. 

Esta es una habilidad que, ciertamente, pocas personas tienen en el mundo. Existen personas que tienen capacidades para leer e interpretar las cartas, sin embargo, no todo el mundo que domina el Tarot es vidente. Es muy importante dejar clara la diferencia existente entre nosotras: las videntes podemos ser tarotistas, pero las tarotistas no pueden ser videntes. El don de la videncia es un don natural con el que se nace, por tanto, o lo tienes, o no lo tienes. No puedes aprender a ser vidente porque es algo así como un sexto sentido que tienes de forma natural. En cambio, el Tarot es un tipo de mancia que se puede aprender gracias a la interpretación de las cartas y de los Arcanos Mayores y Menores. 

Pero, además de esto, dentro del mundo de las videntes existen algunas con el don más fuerte y otras con un don más débil. En mi caso, nací con una gran sensibilidad. Percibía absolutamente todo lo que ocurría a mi alrededor y, gracias a mi madre, pude ir canalizando todo lo que recibía e interpretarlo a gran escala. Así fue cómo a los 11 años predije que mi tía iba a ganar una importante suma de dinero, o que mi prima iba a tener un accidente. Poco a poco, entendí que mi don era muy poderoso, que solamente tenía que concentrarme y aprender a interpretar todas las señales que recibía. 

Gracias a ello, hoy en día puedo ofrecer consultas de videncia en las que no necesito las cartas. Sí que es cierto que, en ocasiones, puedo recurrir al Tarot para esclarecer algún dato que no me quede del todo claro. Pero lo empleo únicamente en este sentido: como un complemento a mis sesiones, una herramienta que me puede ayudar a concretar y matizar mis respuestas. Mi don natural de videncia es más que suficiente para poder resolver tus dudas y que, así, puedas mejorar tu día a día y disfrutar más de tu vida. 

Si quieres una consulta de videncia que sea de calidad, auténtica y real, contacta conmigo. Mi único objetivo es brindarte la ayuda que necesitas para que puedas vivir mejor y saber hacia dónde te lleva tu camino. 

Médium sin trucos y sin gabinete

Nací con un don muy poderoso que me hace estar en constante contacto con el plano espiritual de la vida. Eso es bueno y malo al mismo tiempo. Lo percibo absolutamente todo: la alegría, sí, pero también el dolor, la rabia, el llanto… Por eso, me tomo muy en serio mi don. Sé que es un regalo divino, una capacidad extra con la que me ha dotado el universo, pero al mismo tiempo sé que también es una obligación: tengo que procurar hacer que el mundo sea un lugar mejor en el que vivir y, para ello, intentar que las personas no tengan tantas dudas o incertidumbres respecto a su porvenir. Por eso puedes confiar en mí. 

Hace muchos años, quisieron que trabajara para un gabinete de videntes. Pero preferí no hacerlo. Preferí seguir trabajando como antaño lo hacía mi madre: desde su hogar, en su sitio de máximo confort y seguridad. Y es que en casa es donde me siento más cómoda para conectar con mi don y para dejarme llevar por todas las energías que percibo. Además, prefiero el trato directo con todas las personas que me llaman, prefiero hablar de tú a tú, saber cómo se llaman y establecer, algo así, como una amistad. 

Trabajo desde casa sin gabinete y con una línea directa que te conecta directamente conmigo. Esta es la forma en la que mejor me siento para poder ofrecerte las respuestas que quieres conocer. Desde siempre, he querido ofrecer un servicio excelente y con la máxima calidad, por eso, paso consulta desde mi casa, ya que es el lugar en el que más a gusto me siento para conectar con el universo. 

Entiendo que pueda causar algo de recelo contactar con una nueva vidente, sin apenas conocerla. Sé que, hoy en día, hay muchas personas que se venden como videntes y, en realidad, no lo son. Pero por eso he creado esta web: para que me conozcas mejor, para que puedas saber mi historia y para que veas que, detrás de todas estas palabras, hay una persona de carne y hueso con ganas de ayudarte. 

Mi nombre es Luz Villanueva, tu nueva vidente. Puedes confiar plenamente en mí, porque lo único que quiero es ayudarte.